Segundo origen 📺
En El mecanoscrit del segon origen (1974) Manuel de Pedrolo nos presenta un universo distópico donde a excepción de la pareja protagonista, la humanidad muere en un instante a causa de un ataque alienígena. Un flash de luz y apenas unos segundos después Alba (14) y Didac (9) deben adaptarse a la nueva realidad donde todo lo que conocen ha cambiado para siempre…

Carol (Rhea Seehorn) en un Criterion closet particular (Pluribus; Apple Tv)
Fue lectura obligatoria en sexto o séptimo de EGB y tengo muy vivas las sensaciones que me dejó en el cuerpo. No hacía más que imaginar qué haría yo en aquella situación, en si me afectaría o no la desaparición de todos aquellos a los que quería y a los que odiaba. Si era moralmente aceptable lo que hacían ambos personajes llegados ciertos momentos de la novela o simplemente uno sería capaz de soportarlo. Decía el editor de Grup 62 en el prólogo del libro que Pedrolo no escribió la novela pensando el público juvenil, pero precisamente ahí encontró su gran público. Identificados como yo, supongo, más de una y de dos generaciónes de chavales crecimos con aquella fábula que sí, hablaba de aliens y platos volantes que disparaban sobre gente y edificios, pero también de resistencia, esperanza, amor y humanismo extremos.
Pluribus (2025, Vince Gilligan; Apple Tv) me produce algunas de esas mismas sensaciones. No voy a destripar aquí ni argumento ni trama para quienes aún no se hayan puesto, pero me he visto reflejado de alguna forma en el personaje de Carol Sturka como lo hice con Alba y Didac. Es cosa de la edad, supongo.
La apatía en la que vive Carol. Ese pesimismo sobre todo el mundo y especialmente sobre ella misma. El constante síndrome del impostor. La sensación de que da lo mismo lo que hagas o dejes de hacer porque igualmente va a ser un problema. Hay que contentar a los demás. Es una sensación que sólo desaparece muy de vez en cuando, alcohol mediante. Es justo ahí cuando empieza la serie. Con una nueva situación imposible y donde vemos cómo tiene que navegar esa nueva dinámica. Vuelvo entonces al momento de imaginar qué haría yo en aquella situación. O si actuaría como lo hace ella. O todo lo contrario. O lo moralmente aceptable de hacer lo que hace. Es curioso comparar tanto con lo que hace el personaje ficticio como conmigo mismo de cuando tenía 16 años.
Evidentemente entre la lectura del Mecanoscrit y el visionado de Pluribus he visto, leído y jugado decenas de mundos y realidades donde uno se plantea dilemas parecidos. No es que no me haya imaginado qué haría si fuese Neville y tuviese a miles de vampiros aporreando a la puerta cada noche. No es la fantasia de un Isekai cualquiera. Creo que muchos hemos pensado en qué haría siendo Yorick Brown o alguno los amigos de Walter en The Nice House on the lake. Aquí lo que pasa es que ha sido (está siendo) Gilligan -& Co.- quien me ha vuelto a llevar a esos lugares. Y para mi, eso bien vale un texto en una Newsletter.
Ya en otro momento hablaremos de la técnica, estilo y riesgos que toma y que entre ésta y Severance se estén meando en gran parte del panorama televisivo USA.
P.D: Me estaba fijando ayer que la primera temporada de Pluribus se acaba en San Esteban, el día después de Navidad. Por si no tenéis regalo debajo del árbol, digo.
LECTURAS 📚
The (many) books of the Nice House on the mountain
Yo / La alegría de ir a la tienda de tebeos a buscar el Shin Zero nª1 (de 3) (Grafito Editorial) de Mathieu Bablet y Gillaume Singelin y que esté y que además venga con los regalitos de la preventa - gracias mil POW Cómics Vilanova - solo la superó la alegría propia de leer el tebeo y ver a los Power Rangers Pochos (Nombre trademark personal) y certificar que el universo que hay ahí creado está bastante guapo.

SHIN ZERO / Súper Sentais franceses. Let that sink in (Grafito editorial)
Por otro lado, me estoy releyendo Criminal y mira, que igual me equivoco, pero yo es que no visualizo que Charlie Huffman de Leo Patterson en la adaptación a Tv que está preparando Amazon, pero vaya, que los tebeos siguen aguantando como si fuesen de ayer mismo y no de hace… me cago en dios… 19 años ya. También te digo que una reedición en rústica en castellano por aquí sería también la leche, Panini.
Mi señora / Sigue en Perdido, Alabama.
La peque / Tiene pábulo para no leer porque resulta que tiene un trabajo que hacer en Bellas Artes y no le da la vida. Tampoco le aprieto porque hay un maniquí de por medio y si algo aprendí de Dr.Who es a no tocarles las narices a los maniquís.
The suegra / Como ha estado pocha, sigue con La Asistenta. Eso sí, se ha comido las 3 temporadas de Mr. Mercedes en Netflix y eso le convalida por conexión a Stephen King.
JUEGOS 🎮
The nice house at the mountain got (many) games.

Skate Story / Súbete aquí y baila.
“- De ahí el Skate” es una de las primeras frases que nos cuenta el narrador omniscente -el Diablo, nens- en “Skate Story”, donde encarnas el papel de un demonio hecho de cristal y dolor con un objetivo: Patina hasta la luna y sé libre. Tal cual como suena.
Es un porro visual y musical -ojo a la BSO de los esquivos Blood Cultures que te arregla facil un domingo por la tarde tontísimo de esos de mirar como llueve por la ventana- y que aquí, siendo ésto la montaña, con frío de esos de joderte la batería del coche como nos pasó el jueves, pues mira, fetén.
¿Está bien el juego? Tá guapo, nen, aunque en realidad da un poco igual, de verdad. La experiencia es lo que importa. Y comerse la luna. Comerse la luna también. Y eso son solo los 5 primeros minutos.
A todo esto: ¿la Beta del Marvel Tōkon: Fighting Souls que comentábamos el otro día? Efectivamente, amics. Lo que sospechaba.
CANCIÓN DEL DÍA 📀
Dr. Manhattan in the House
Diciembre de 2001. Tengo 25 años. No duermo porque le estoy metiendo como si se fuese a acabar el mundo al Devil May Cry (Capcom, PS2). El primero, el bueno, el guapésimo.
Mayo de 2003. Tengo 26 años. No duermo porque estoy en el concierto de Evanescence en la Sala Bikini de Barcelona. Se marcan una cover del Zero de Smashing Pumpkins y la sala se emborracha. Llevo la camiseta de Muerte de Bachalo.
Octubre de 2003. Tengo 27 años. No duermo porque vuelvo a estar en un concierto de Evanescence, ahora en Razzmatazz. Staind de teloneros. Nota: Con los años el cantante del ese grupo pasaría de tío que estaba triste a tio trístísimo.
Julio de 2024. Tengo 48 años y no duermo porque, de nuevo, estoy en un concierto de Evanescence, ahora en Madrid. La verdad es que ha sido mi hija (17) la que ha querido venir. Les explico la circunstancia a un grupo de chavales que están delante nuestro y me miran como si fuese el Sr.Burns con la gorra para atrás.
12 de Diciembre de 2025. Tengo 49 años y no duermo porque Evanescence toca en los #GameAwards la canción de la serie de animación de Devil May Cry para Netflix (que se ve que es una cosa que existe, fíjate) y mi hija (18) quiere ver la actuación en directo mientras sigue con un proyecto de Bellas Artes que tiene que entregar MA-ÑA-NA e implica replicar en acuarela no se qué cuadro en la espalda de un maniquí y mira, yo aquí escribiendo esto a las 01:32 de la mañana.
A few hours later (Han tocado a las 04:10 AM)
Explícale eso a mi yo de hace 26 años, hazme el favor.
Y PARA TERMINAR: 🐮🚨⚠️
Algunas de las influencias que inspiraron a Vincent Gilligan para construir Pluribus en Letterboxd. Suerte buscando alguna de esas de nicho en plataformas de aquí.
Otros Pedrolos de ciencia ficción: Trajecte Final (1975) donde hay recopilados 7 relatos que ni Vonnegut. Y si podéis encontrarlo Aquesta matinada i potser per sempre (1980) es que te deja loco, loco.
Además de adaptaciones de Tv y cine (olvidable IMHO), hay una adaptación al cómic del Mecanoscrit a cargo de Martín Pardo.
Hasta la próxima semana, en el mismo Bat-canal, a la misma Bat-hora.
Alberto Benavente